Este
curso me gustaría conseguir que el aprendizaje cooperativo formara parte de la
vida cotidiana de nuestra aula y no sólo tenerlo en cuenta en momentos o
actividades concretas.
En
el aula de 5 años, al igual que en el resto de edades, conviven niños con
distintos niveles de maduración, ritmos de aprendizaje diferentes, necesidades
particulares concretas e sensibles a inteligencias y canales de aprendizaje.
Partimos
de la existencia de una cohesión de grupo
estupenda, ya que llevan 2 años juntos y el conocimiento entre ellos es mutuo;
así como de un gran sentimiento de grupo-clase.
Gracias
a esto, podemos comenzar nuestro trabajo
en equipo como recurso para enseñar. En este sentido realizamos trabajos de
la clase en equipo haciendo hincapié en vivenciar, reflexionar y haciendo
imprescindibles para nuestros alumnos algunos elementos esenciales del
aprendizaje cooperativo como la interdependencia positiva entre sus miembros
(de materiales, de tareas…), la interacción estimulante cara a cara,
habilidades sociales y de pequeño grupo…
Lograr
que los niños de 5 años sean conscientes de estas premisas no ha llevado mucho
tiempo, ya que estaban acostumbrados a realizar trabajos en equipo de manera
puntual en los años anteriores y, además, en 4 años llevaron a cabo un programa
de habilidades sociales que facilita mucho la iniciación en esta dinámica de
trabajo cooperativo.
Llegados
a este punto estamos preparados para enfrentarnos al trabajo en equipo como contenido de enseñanza, sin dejar de lado a
los otros.
A
partir de ahora vamos a intentar trabajar de manera cooperativa a través de
equipos estables. A la hora de decidir la composición de los equipos he tenido
en cuenta sexo, autonomía, carácter, capacidad comunicativa, sociabilidad… Es
una decisión difícil pero estoy segura de que los equipos que hemos formado van
a entenderse y a funcionar fenomenal. De todos modos, los equipos de trabajo se
modificarán en el momento en que se considere necesario.
Ahora
cada equipo debe decidir su nombre y logotipo o señal de identidad, para lo que
tendrán que ponerse de acuerdo, es su primera toma de decisiones. Es un buen
momento para observar si en los grupos interaccionan todos, si se hace lo que
uno dice, si surgen discusiones…y, sobre todo, cómo son capaces de resolver
estos pequeños conflictos o desacuerdos.
Cada
miembro del grupo desempeñará una función distinta. Comenzaremos con designar
un encargado del silencio, que debe controlar el tono de voz de sus compañeros
de equipo para que sea posible trabajar, y un responsable de material, que
recuerda que todos deben cuidar el material y se encarga de que todo esté
recogido tras finalizar las tareas.
Estos
cargos son rotativos. En un principio hemos cambiado las responsabilidades cada
día, para que entendieran el funcionamiento de los cargos. En unos días
llevaremos a cabo nuestra segunda toma de decisiones importante y concretaremos
si las funciones cambiarán diariamente o las mantenemos a lo largo de toda la
semana.
Utilizaremos
distintas técnicas y estructuras cooperativas simples como proyectos, folio
giratorio, tutoría entre iguales, cabezas numeradas juntas…y alguna otra
actividad que ya revelaremos más adelante para no adelantar sorpresitas…
Pero
en la mayoría de las ocasiones no emplearemos ninguna técnica especial,
haciendo especial hincapié en la necesidad de ayudarse, en la puesta en
práctica de actividades que están inspiradas en la interdependencia positiva
entre los miembros y la interacción estimulante cara a cara. Iremos modelando poco
a poco cómo deben interaccionar, cómo pueden ayudarse, cómo deben pedir ayuda,
cómo deben colocarse, etc…para hacerlo mejor.
De
igual modo, aprovecharemos estos agrupamientos para solucionar problemas de
convivencia y problemas que puedan surgir provocados por los diferentes ritmos
de aprendizaje, buscando soluciones entre todos. Cada alumno tiene entonces un
doble objetivo: aprender él y a la vez que aprendan sus compañeros. Cuando
hablamos de aprender, es en todos los sentidos: a ser, a hacer, a vivir juntos,
a conocer.
“Si caminas sólo podrás ir más
rápido,
pero juntos llegaremos más lejos”.
Silvia
García López
(Turora 5 años)